Por primera vez, hoy, en el Vaticano, se pronunció una condena por abusos: en efecto, el Tribunal de Apelación del pequeño estado revocó una sentencia emitida en primer grado y condenó por abusos sexuales a 2 años y 6 meses al padre Gabriele Martinelli.
Martinelli, de 30 años, fue condenado por una serie de abusos a otro estudiante del preseminario San Pío X entre 2007 y 2012, cuando ambos eran menores de edad, aunque él era mayor y coordinaba las actividades del centro en el que residen los monaguillos de la basílica de San Pedro.
El Tribunal vaticano lo absolvió en octubre de 2021 por prescripción y falta de pruebas, del mismo modo que lo hizo con otro imputado, el exrector Enrico Radice, de 73 años, por encubrir los abusos que durante años propinó a la víctima, identificada como L.G.
La abogada defensora de L.G., que abandonó el preseminario entre los hechos, celebró la sentencia, a la cual definió como «histórica».
«Se trata de una sentencia histórica», afirmó la abogada Laura Sgró, «después de muchos años no solo se han reconocido los hechos, sino también, evidentemente, el sufrimiento y el dolor de mi cliente que pudo conseguir justicia».
La historia surgió no solo por las acusaciones de la víctima, sino también por las de Kamil Jarzembowski, un ex estudiante polaco, testigo presencial de la violencia que había decidido sacar a la luz también a través de entrevistas televisivas.
Durante la primera audiencia, la defensa de Martinelli había intentado argumentar que las acusaciones eran infundadas, ya que habían comenzado inmediatamente después de la expulsión de este último del Preseminario, y con las que habría buscado «venganza».
El recurso, sin embargo, impulsado por el vicepromotor de justicia, Roberto Zannotti, en reforma parcial de la pena de primer grado, se expresó a favor de la condena, constituyendo también un importante precedente para la justicia vaticana.
Según consta en la parte dispositiva, Martinelli fue reconocido como «no punible limitado a los hechos impugnados hasta el 2 de agosto de 2008, por ser menor de 17 años».
Sin embargo, sobre la base de la «recalificación de los hechos controvertidos como complementarios del delito de corrupción de menores», limitada al período comprendido entre el 9 de agosto de 2008 y el 19 de marzo de 2009, es «culpable del delito de corrupción de menores, previsto y sancionado por el artículo 335, apartados 1 y 2».
Por lo tanto, se le impuso una pena total de «dos años y seis meses de prisión y mil euros de multa».
Al concluir el juicio en primer grado, que duró casi un año, el 6 de octubre de 2021 fueron absueltos tanto Martinelli, entonces acusado de violencia sexual, como Enrico Radice, ex rector del Preseminario, acusado de complicidad.