El papa Francisco ha reforzado, con dos nuevos documentos publicados hoy, los controles sobre las licitaciones y los gastos de los diferentes dicasterios (ministerios vaticanos), que ahora deben solicitar la aprobación de la Secretaría de Economía cuando un coste supere el 2 % de los gastos total anuales del propio organismo.
De esta manera, se necesitará la autorización del «ministerio» de Economía cuando el gasto «exceda del 2 % de la cifra resultante del promedio calculado sobre los costos totales del organismo solicitante en los últimos tres años».
En este documento sobre los gastos de los dicasterios, se precisa que sólo no se requiere aprobación para los trabajos cuyo valor sea inferior a 150.000 euros.
Otro punto fija el límite para recibir la aprobación en 30 días, superado el cual la falta de respuesta equivale a la aceptación de la solicitud.
Francisco subraya en el segundo documento que el objetivo es continuar con un «discurso emprendido para promover la transparencia, el control y la competencia en los procedimientos de adjudicación de las licitaciones».
En esta nueva normativa anticorrupción, se precisa que serán excluidos de las licitaciones personas o sociedades que «han incumplido las obligaciones relativas a la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores, según la ley o los convenios colectivos aplicables».
También quedan excluidos de las licitaciones del Vaticano quienes residan en jurisdicciones «de alto riesgo de blanqueo de dinero, financiación del terrorismo y/o proliferación de armas de destrucción masiva, identificadas por la Autoridad de Supervisión e Información Financiera en el ejercicio de su actividad institucional».
La nueva normativa se presenta sobre todo con motivo del Jubileo de 2025, pues están previstos numerosas obras en la Ciudad del Vaticano para la organización del evento, donde se espera que más de 30 millones de personas visiten Roma por esa razón.