Auckland se convirtió en la primera gran ciudad en dar la bienvenida a 2024, con miles de personas aplaudiendo un espectáculo de luz y fuegos artificiales desde la estructura más alta de Nueva Zelanda, la Torre Sky.
Este año, la celebración del Año Nuevo está marcada por las guerras en curso en Ucrania y Gaza, que empañan las celebraciones y elevaron la tensión en algunas partes del mundo. Muchas ciudades han dispuesto medidas de seguridad adicionales y algunos lugares cancelaron por completo los festejos.
En Auckland, la lluvia fina que cayó durante el domingo había cesado a medianoche, antes del inicio de una cuenta regresiva en una pantalla digital iluminada cerca de la cima de la torre de observación y comunicaciones de 328 metros de alto (1.076 pies).
Dos horas más tarde, en la vecina Australia, el puente de la bahía Sydney será el punto clave del conocido espectáculo de luz y fuegos artificiales de medianoche que cada año ven alrededor de 425 millones de personas en todo el mundo, según las autoridades.
En Sydney se ha desplegado más policía que nunca para garantizar la seguridad mientras más de un millón de personas — uno de cada cinco residentes en la ciudad — se congregan en el paseo marítimo para disfrutar de las mejores vistas posibles, indicó el gobierno en un comunicado.
Muchos llevan acampados en los mejor lugares desde el domingo en la mañana.
El paseo ha sido el escenario de encendidas protestas propalestinas luego de que las velas de la emblemática Ópera de Sydney se iluminó con los colores de la bandera de Israel tras el letal ataque del grupo insurgente palestino Hamás el 7 de octubre, que desencadenó la guerra.
En Nueva York, autoridades y organizadores dicen que están preparados para recibir a multitudes de fiesteros y garantizar su seguridad durante la emblemática celebración del cambio de año en Times Square.