El papa Francisco se reunió este viernes con el ultraconservador cardenal estadounidense Raymond Burke, uno de los más críticos con su pontificado como ha demostrado públicamente en varias ocasiones, y a quien recientemente decidió quitarle el apartamento en el que vive y rebajar el sueldo.
De la reunión no se han conocido detalles y el cardenal, preguntado por el diario «Il Messaggero», prefirió no hacer comentarios, pero seguramente se abordó la decisión de Francisco, que en la reunión del pasado 20 de noviembre con los jefes de los dicasterios (ministerios vaticanos) informó de que eliminaría el alquiler privilegiado del que disfruta el cardenal y reduciría su sueldo.
Según algunos medios, el papa habría explicado que el motivo de su gesto era la desunión que crea el purpurado y que está usando ese apartamento y ese sueldo que le pasa el Vaticano precisamente contra la Iglesia.
El purpurado estadounidense cumplió 75 años el pasado junio, edad de jubilación de los prelados, fue prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y también ex patrono emérito de la Orden de Malta, por lo que no tiene cargo alguno en la Curia vaticana.
Aún así cuenta con un apartamento a pocos metros de la plaza de San Pedro de más de 400 metros cuadrados y ha seguido cobrando un salario vaticano de entre 5.000 y 6.000 euros al mes.
El cardenal, uno de los más críticos con Francisco, participó en una conferencia titulada «La Babel sinodal», el día antes de que comenzase el Sínodo, en la que se criticó duramente la asamblea promovida por el papa, en la que por primera vez pudieron votar laicos, y entre ellos mujeres.
Además, con anterioridad Burke y otros cardenales ya retirados, como el alemán Walter Brandmueller, el mexicano Juan Sandoval y el guineano Robert Sarah, así como el arzobispo retirado de Hong Kong Joseph Zen, publicaron una carta con cinco ‘dubia’ (dudas) presentadas a Francisco sobre el Sínodo.