TULUM.- Retirar el sargazo que se acumula en algunas de las playas de la Riviera Maya es una pesadilla no solo por el olor nauseabundo, sino también porque representa un peligro para la salud de los trabajadores que lidian con montañas de algas.
Al descomponerse, el sargazo emite un ácido sulfhídrico. En cantidades pequeñas, este gas es tan solo una molestia menor por su olor sulfúrico, como a un huevo podrido.
Pero las cantidades que se acumulan en las paradisíacas playas de Playa del Carmen, Tulum y Xcalak son peligrosas para los trabajadores con problemas respiratorios, que retiran el sargazo con rastrillos, bajo un fuerte calor y sin tapabocas, según los científicos. Este se perfila como el año en que más sargazo se habrá acumulado en las playas, superando el récord del 2018.
Ezequiel Martínez Lara es uno de miles de jornaleros que trabajan de seis a ocho horas diarias cargando el sargazo en carretillas y amontonándolo en calles vecinas.