Miles de pacientes en Ucrania están recibiendo medicamentos vitales para tratar el VIH y la adicción a los opiáceos a través de un grupo financiado por Estados Unidos que sigue operando a pesar de la invasión rusa.
Los suministros se están agotando y hacer entregas es un cálculo complicado con riesgos impredecibles. Las autoridades dicen que el trabajo silencioso de Alliance for Public Health muestra cómo la ayuda estadounidense está llegando a las personas en la nación sitiada, en una longitud de onda diferente al apoyo diplomático y militar de Estados Unidos al gobierno ucraniano.
La organización humanitaria con sede en Ucrania ha operado durante más de 20 años. Ha recibido millones de dólares de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), así como de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y otros programas estadounidenses para contrarrestar el VIH a nivel mundial.