En medio del dolor y la consternación que los embarga, los padres de la pareja de cristianos evangélicos Elisa Muñoz y Joel Díaz, ultimados por miembros de la Policía Nacional el pasado martes en Villa Altagracia, San Cristóbal, expresaron este viernes que perdonan a los que cometieron el hecho y les pidieron entregarse a Dios.
“Quiero decirle a la banda criminal que asesino a mi hijo que yo no los llevo en mi corazón, que los perdono y les pido que si ellos pueden entreguen su alma a Cristo para que también el Señor los perdone que lo hagan”, dijo Eusebio Díaz, padre de Joel Díaz.
“A los jóvenes que el enemigo usó para esto, yo también les mando un mensaje a ellos y a sus padres. A todos los que participaron y a los que tomaron parte de esto que se entreguen al Señor. Yo como padre no puedo hacer justicia de nada de esto; Dios es quien va a hacer la justicia, esperando en Dios que las autoridades tomen parte de esto para que no siga sucediendo en nuestro país”, expresó Darío Muñoz, padre de Elisa Muñoz.
Ambos padres hablaron durante el sepelio de las víctimas, realizado la tarde de este Viernes Santo en el cementerio Cristo Salvador, en el municipio Santo Domingo Este, al que asistieron familiares, vecinos, amigos y compañeros de religión de los occisos, quienes expresaban distintas muestras de dolor y pesar por la muerte de los que calificaron como una pareja ejemplar, muy admirada por todos los quienes los conocían y muy dedicada al servicio a los demás y a la predica de la palabra de Dios.
Agradecieron la solidaridad que han recibido del presidente de la República, Luis Abinader, y de instituciones y personas que dicen ni siquiera conocían antes de que ocurriera la tragedia en que perdieron a sus parientes.
“Si hay que irle a predicar a la cárcel vamos, pero que los apresen, queremos que se haga justicia, que esto no se quede impune; fue a dos personas buenas que nos quitaron, y que Dios que los perdone por lo que hicieron”, eran parte de las consignas que se escuchaban durante el funeral.
En el momento solemne realizado previo a la sepultura en varias carpas que cubrían a los presentes del candente sol, el pastor Dioris Anselmo Astacio (Dío Astacio) enlace de las iglesias evangélicas ante el Poder Ejecutivo, y la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, Ángela Henríquez, se solidarizaron con las familias y pidieron que la justicia actué conforme a las circunstancias lo que demandan.
El país se estremeció
La mañana del pasado miércoles el país fue estremecido con la noticia de que en una alegada confusión por parte de agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la dotación de Villa Altagracia habían matado la noche anterior a una pareja de esposos recién casada que regresaba hacia Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte, donde residían, tras haber asistido a una actividad religiosa.
A medida que se conocían detalles que indicaban que la patrulla policial actuante había dado por hecho que los ocupantes del vehículo marca Kia K5, color blanco en que se desplazaba la pareja, junto a otras dos personas eran un grupo de delincuentes que huía tras un asalto cometido en Bonao y decidió dispararles sin hacerle señales de alto, ni haber recibido ninguna agresión, se despertó un sentimiento de indignación hasta en el presidente de la República, Luis Abinader.
“En este gobierno la vida humana es sagrada, y no vamos a tolerar que la violencia nazca de las propias fuerzas que deban combatirlas. Quiero dejar claro también que la dureza de mis palabras es un aviso y una advertencia a todos y a todas”, dijo el presidente de la República el pasado miércoles durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional en la que calificó la acción policial como desmedida y ordenó la cancelación de los agentes involucrados y ofreció solidaridad a las familias de las víctimas.
Mientras las redes sociales fueron invadidas con mensajes que detractaban a la Policía Nacional y la acusaban de haberse excedido y haber “asesinado” sin ninguna razón a los religiosos la institución anunció la suspensión de los agentes, identificados como el segundo teniente Victorino Reyes Navarro, el sargento Domingo Perdomo Reyes, los cabos Norkys Rodríguez Jiménez y Ángel de los Santos, los rasos Anthony Castro Pérez y Juan Manuel Ogando Solís.
El mismo día el director de la Policía Nacional, mayor general Edward Sánchez González también se solidarizó con las familias afectadas y con la comunidad evangélica dijo que se había iniciado una investigación al respecto.
“Nuestra institución lamenta profundamente el incidente, se solidariza con las familias y con la comunidad evangélica nacional a la cual estos pertenecían. Inmediatamente se ordenó una investigación y Asuntos Internos y la Inspectoría General, de la mano con el Ministerio Público, cuidando el debido proceso están haciendo las pesquisas que darán al traste con el esclarecimiento de este hecho”, expresó el director general de la Policía Nacional, Edward Sánchez.
En el mismo parte de prensa en que se revelaban los nombres de los agentes se daba a conocer la destitución del comandante de la dotación policial de Villa Altagracia, coronel César Martínez Lora, de quien luego se supo que había sido expulsado de las líneas de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en 2012 por alegadamente negociar con drogas incautadas y no hacer reportes de la ocupación de las mismas, mientras se desempeñaba como inspector de ese cuerpo en San Pedro de Macorís.
El jueves en la mañana, el Ministerio de Interior y Policía informó que había cancelado a los agentes actuantes en el doble homicidio y en horas de la tarde se inició el velatorio en la Funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga, en Santo Domingo Este, al que asistieron cientos de personas a expresarle condolencias a las familias.
Este viernes se informó que el conocimiento de las medidas de coerción del grupo de policías implicados en el hecho se hará el próximo miércoles en el municipio Villa Altagracia. El Ministerio Público esta solicitándoles un año de prisión preventiva y que el caso sea declarado complejo.