Título: Spider-Man: Sin regreso a casa
Título Original: Spider-Man: No way home
Dirección: Jon Watts
Guión: Chris McKenna, Erik Summers
Reparto: Tom Holland, Zendaya, Benedict Cumberbatch, Marisa Tomei, Tony Revolori, Jon Favreau, J.K. Simmons, Angourie Rice, Alfred Molina, Jamie Foxx, Jacob Batalon, Harry Holland, Christopher Cocke, J.B. Smoove, Hannibal Buress, Martin Starr

Propiedad de Sony Pictures y Marvel Studios

La mejor película de Spider-Man en el Universo Marvel es también un deseo cumplido para los fans con un Tom Holland más maduro y consagrado Spider-Man y, sobre todo, un homenaje a la figura de Peter Parker.
Spider-Man: No Way Home es el mayor fenómeno del año en el mundo del cine, en la era postpandemia, esa pizca de fe que detonará en un regreso masivo a las salas por parte de los aficionados al Universo Cinematográfico de Marvel, y de aquellos que en los años 2000 iniciaron el amor por el Spider-Man en la gran pantalla. Con unas salas que en 2019 se supieron triunfantes con aquellos Vengadores: Endgame convertida en acontecimiento. Y aquí estamos ahora, dispuestos a relatar nuestras sensaciones sin recurrir a destripes argumentales, digiriendo una película que te habla de segundas oportunidades. Un sueño cumplido que es, ante todo, una gran película de Peter Parker. Tom Holland ya es un verdadero Spider-Man.
Pocas películas han logrado emocionar a tantas personas en este mundo como lo ha hecho Spider-Man: No way home, esta película que cierra el arco de la trilogía del trepa muros favoritos de todos y que tras 20 años en la gran pantalla ha emocionando y ganando adeptos que vieron crecer estas grandes sagas llevadas al cine por primera vez por San Raimi.
Spider-Man: No way home es un homenaje a la figura de Peter Parker y al legado que estas historias han dejado a través de los años, trayendo de vuelta a esos grandes villanos que nos emocionaron en los años 2002 con la saga de San Reimi y en 2012 con la saga de Marc Webb, la unión de estos 3 universos despertó una efervescente emoción, deseo, y especulaciones, además de una desenfrenada espera de quienes se hicieron seguidores de este personaje a través de Marvel Studio y recuperando el deseo de aquellos ya mayores que disfrutaron del Spider-Man de San Reimi y el de Marc Webb.
Esta película es más seria que sus dos predecesoras donde Spider-Man solo pensaba en divertirse; en esta conoce y comprende lo que significa tener una máscara y de la responsabilidad que esta conlleva tanto para él como para su familia y amigos.
La película cierra de una manera genial el arco argumental de Spider-Man: Far far home donde la identidad de Peter es revelada y como este hecho desencadena toda la trama de esta nueva historia. Darle fin a una saga de tres películas que podrían convertirse en más implica tomar decisiones arriesgadas, cumplir con el compromiso que tienen con nosotros los espectadores de transmitirnos que el tiempo no ha pasado en vano, pero lo más importante es cohesionar todo lo que paso años antes con lo que está pasando ahora.
Es ahí donde se rompe la formula, tras unos primeros treinta minutos realmente ágiles, que te hacen percibir que esta película no busca repetir la fórmula superheróica de sus películas anteriores y de otras que ya pertenecen al MCU de Marvel.
Spider-Man: No Way Home es un acontecimiento cinematográfico por mucho más que simplemente poder ver de nuevo en pantalla a Doctor Octopus, Duende Verde, Lagarto, Electro y el Hombre de Arena. Jon Watts se ha desvinculado de las anteriores cintas y deja para el recuerdo escenas inolvidables; especialmente unos 40 minutos finales que se pasan como un suspiro. En realidad, la película se pasa volando. No es perfecta, con motivaciones que conducen los primeros dos tercios de la trama que pueden no llegar a convencer, pero por suerte todo se ubica como es debido y se da coherencia a la trama.
Solo visitando las salas de cine, sabrán la magnitud emotiva con la que carga esta película, no te la pierdas ni permitas que te la cuenten.