Un día de estos habrá que preguntarse cuántas veces más tendrá el presidente Luis Abinader que decir y repetir que el que se equivoque en su Gobierno y cometa un acto de corrupción, sin importar quien sea ni el nivel en que esté, tendrá que hacer frente a las consecuencias.
Por suerte eso no parece preocupar al mandatario, al menos por ahora, quien en la extensa entrevista que concedió a Huchi Lora y Alicia Ortega volvió a referirse al tema.
Y aunque desde el principio ese discurso, que fue promesa de campaña, ha estado acompañado de acciones concretas contra los que se han equivocado, como fue el caso del viceministro de Salud Pública cancelado por la venta de nombramientos y la reciente suspensión del administrador de la Lotería Nacional mientras se investiga un fraude millonario en el que se le involucra, no parece que sea suficiente.
Por una sencilla razón: hay demasiada gente que llegó al Gobierno dispuesta a tomar lo que cree le toca del botín que se ganó el derecho a disfrutar en las pasadas elecciones, por lo que seguiremos viendo casos de funcionarios o empleados que se pasan de la raya.
En Baní, para no ir muy lejos, las autoridades sanitarias investigan la denuncia de que en la Dirección Provincial de Salud de Peravia se están vendiendo las pruebas PCR a personas que van a viajar a los Estados Unidos y necesitan una certificación negativa de covid-19, que según la denuncia también falsifican.
Y eso estaba ocurriendo a la vista de todo el que quisiera verlo, como un asunto oficial, a pesar de que Salud Pública determinó que esas pruebas son gratis y que quienes van a viajar al extranjero no tienen derecho a recibirlas.
Pronto sabremos más sobre este nuevo escándalo, que viene a demostrar que el presidente Abinader tendrá que seguir cantaleteando su advertencia, pero también que hay gente dispuesta a desafiarla aunque al hacerlo comprometan seriamente la credibilidad del Gobierno y del país en estos duros tiempos de pandemia.