Por: Claudio Acosta
Por: Claudio Acosta

Mientras Charlie Mariotti, secretario general y vocero del PLD, hace poesía con su fino verbo y buenas maneras defendiendo a un PLD acorralado y sin argumentos para hacer oposición, su vocero en el Senado se ha cogido ese pleito para él con su estrategia de atacar al Gobierno en lugar de defenderse de sus ataques.

En efecto, el senador Iván Lorenzo, representante de Elías Piña, se ha convertido en un crítico urticante y sistemático al que el Gobierno y sus funcionarios no han podido ignorar; y si no que le pregunten a Milagros Germán, Directora de Comunicación de la Presidencia, quien acaba de solicitar a la Cámara de Cuentas que realice una auditoría, desde su creación, al DICOM, en respuesta a la denuncia del legislador peledeísta de que incurrió en gastos excesivos e innecesarios durante su gestión.

Ayer volvió a la carga acusando al Gobierno de darle un manejo torpe y poco transparente a las gestiones de adquisición de las vacunas para combatir la pandemia del coronavirus, criticando que no haya sabido negociar con las firmas Pfizer y AstraZeneca la compra de las dosis necesarias para garantizar que cada dominicano reciba las que le corresponde.

Poco importa que le critique a este gobierno lo mismo que las administraciones peledeístas convirtieron en su sello distintivo, como el endeudamiento externo y el dispendio de los recursos públicos. Ni que, en el caso de las vacunas, no pueda demostrar con pruebas su afirmación.

Criticar por criticar es la estrategia, con pruebas o sin pruebas, con razón o sin razón. Pero se está dejando sentir, algo que el PLD, acorralado y sin argumentos para hacer oposición, debe agradecerle.

Y si la auditoría de la Cámara de Cuentas al DICOM encuentra algún “maco” en el manejo de los recursos millonarios que ha recibido desde su creación, será entonces la sociedad dominicana la que tendrá que agradecérselo. Aunque no pueda decirse lo mismo, por razones obvias, de Roberto Rodríguez Marchena.