La Batalla de Santiago o del 30 de Marzo es un ejemplo vivo que permanecerá en el corazón de todos los dominicanos, de que no hay que temer a la mayoría de fuerzas o de recursos, sino luchar firmes hasta el final o como diría el patricio Juan Pablo Duarte: “Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor”.
Esta batalla fue la segunda posterior a la Guerra de la Independencia Dominicana, la cual se libró el 30 de marzo de 1844, en Santiago, pero no podemos hablar de ella sin mencionar la gallardía y el arrojo de los criollos que participaron, entre los que se destaca José María Imbert.
Una fuerza de algunas tropas dominicanas, una parte del ejército del norte, encabezada por este general José María Imbert, derrotó a un ejército superior en número de tropas del ejército haitiano que encabezaba el general Jean-Louis Pierrot.
Sin embargo, esto no fue óbice para que los dominicanos siguieran adelante en su lucha por la conquista del territorio y la liberación del yugo opresor Haitiano.
José María Imbert
El héroe de esta batalla nació en Fudlum, Francia, el 24 de agosto de 1801, hijo de los señores Simón Imbert y María Anna Dupressné. De Francia se trasladó a Cuba, luego a Haití y definitivamente se estableció en la República Dominicana, en la ciudad de Moca durante la ocupación haitiana. Para esa época era alcalde de allí.
Precisamente, en Moca se casó con María Francisca Del Monte (nacida en 1808) y procrearon seis hijos: Ana Francisca (1825—1912), Gabriel ( ?–1828), Nemensia ( ?–1929), Máxima Regina, Segundo Francisco (1837—1905) y Honoria Imbert Del Monte ( ?–1843).
Fue por muchos años corregidor en Moca, donde apoyó el Movimiento de los Trinitarios lidereado por Juan Pablo Duarte y formó una célula de La Trinitaria en aquella ciudad. Apoyó desde allí el grito del 27 de febrero de 1844 y Moca se adhirió a dicho Movimiento. Los mocanos dirigidos por José María Imbert proclamaron la Independencia a los pocos días de lo sucedido en la Puerta del Conde. Por esta y otros méritos acumulados alcanzó el rango de General.
Respaldó sin reservas a Duarte cuando fue proclamado como Presidente, en 1844 por Matías Ramón Mella en Santiago.
Estuvo también en la batalla de Beller y se destacó en ésta. En 1845 fue designado Gobernador de Moca. De ahí pasó a Gobernador de Puerto Plata.
El general José María Imbert, murió en Puerto Plata, el 14 de mayo de 1847.