Se Engrandece
César Duvernay
El 27 de octubre del año pasado, y bajo el título de “Luis el Estadista”, esta columna resaltaba el comportamiento de estadista del presidente Luis Abinader en virtud a las promesas de fortalecimiento y ampliación hechas al Metro de Santo Domingo y al Teleférico, obras de las pasadas administraciones peledeistas.
Sostenía, y sigo sosteniendo, que muchas veces las mezquindades entorpecen en interés colectivo y los egos se ponen por encima del sentido común. abundaba en que la historia está llena de casos en los que nuevos incumbentes invisibilizan las obras o las acciones de sus antecesores, incluso hasta de una misma administración.
De ahí la grandeza del mandatario cuando ayer, en la inauguración de dos bloques de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar (lo que por muchos años se llamó Hospital Morgan), reconoció al gobierno pasado el mérito de haber edificado el 75% de la obra. Un gesto de justicia que muestra la nobleza de Abinader, quien también aporta a la institucionalidad a través de la continuidad del Estado.
Y es que la actual gestión no necesita arrogarse méritos ajenos para destacarse porque todas las cosas (muchas) que ha hecho y las que realizará, han sido y serán ejecutadas en medio de una pandemia de fuertes secuelas económicas y sin ningún tipo de parangón.
Así las cosas, estos 152,459 metros cuadrados de construcción modernamente equipados y más de 30 áreas inauguradas, con 73 camas de cuidados intensivos y 114 de internamiento, junto a 73 consultorios entre otras aportaciones, adquieren especial relevancia porque han sido hechas en medio de una crisis por la que ningún gobierno tuvo que pasar.