Marc Gasol disputó su mejor partido desde que llegó a Los Ángeles Lakers pese a que se dislocó el meñique de la mano izquierda, algo que, según explicó en declaraciones a Efe tras el partido, no le impidió seguir jugando a un gran nivel.
“Al final, la adrenalina ayuda muchísimo en estos casos. Estás metido en el partido”, dijo con naturalidad.
Gasol firmó una actuación fabulosa, pero su equipo acabó cayendo ante los Boston Celtics (113-121).
El español sumó 18 puntos (7 de 10 en tiros, 4 de 6 en triples), 4 rebotes y 3 asistencias frente a una pérdida en 21 minutos (no jugó el último cuarto ya que el encuentro parecía totalmente decidido).
Gasol no había jugado en tres de los últimos cuatro partidos (uno de ellos por lesión), pero la baja de Andre Drummond le abrió de nuevo las puertas de la titularidad y no desaprovechó la ocasión.
Sin embargo, y al margen de su gran papel en este encuentro, lo más comentado de la noche fue la jugada en la que acabó con el meñique dislocado.
“Nada, me he tirado por un balón en un pase que iba muy cerca del suelo. La única manera de cogerlo era tirándome al suelo. No sé muy bien qué ha pasado, pero al levantarme y ver la mano el dedo estaba dislocado”, contó tras el partido.