Las leyes flexibles para la compra de armas en Estados Unidos han convertido a este país en la principal fuente de su tráfico ilegal hacia Haití, que vive desde hace dos años una agudización de su crisis política, social y económica, con presencia de bandas armadas.
Este señalamiento se encuentra en el informe “Los mercados criminales en Haití: mapeo de tendencias en armas de fuego y tráfico de drogas”, publicado recientemente por la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas (UNODC, por sus siglas en inglés).
“La principal fuente de armas de fuego y municiones en Haití se encuentra en los Estados Unidos y, en particular, en Florida. Las pistolas populares que se venden por US$400-500 en puntos de venta de armas de fuego con licencia federal o ferias privadas de armas en los EE. UU. se pueden revender por $10,000 en Haití”, se establece en el documento.
Se explica que esta red incluye miembros de la diáspora haitiana. “Las AR15 y los Galil suelen tener una mayor demanda de las pandillas, lo que les otorga precios más altos”.
En el informe se sostiene que “las armas se adquieren con frecuencia a través de testaferros en los estados de los EE. UU. con leyes de armas más laxas y menos restricciones de compra. Una vez adquiridas, las armas de fuego y las municiones se transportan a Florida, donde se ocultan y se envían a Haití”.
“Los envíos pueden ensamblarse y entregarse en contenedores directamente desde los puertos del sur de la Florida, con artículos ocultos dentro de productos de consumo, equipos electrónicos, forros de prendas, alimentos congelados o incluso los cascos de los cargueros. A su llegada a Haití, incluidos los principales centros como Port -de-Paix y Port-au-Prince, la carga se descarga y pasa a los usuarios finales a través de una serie de intermediarios”, indica el informe.
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De acuerdo a datos de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, una unidad del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), hubo un aumento en el tráfico de armas de fuego de Florida a Haití entre 2021 y 2022.
“Un portavoz describió la recuperación de armas cada vez más sofisticadas, incluidas Rifles de francotirador calibre .50, rifles .308 e incluso ametralladoras alimentadas por correa destinadas a puertos haitianos. Estados Unidos ha relacionado el aumento del ritmo de compras con las actividades de pandillas en Puerto Príncipe y sus alrededores”.
Entrada por Rep. Dom.
Al detallar los mecanismos de entrada ilegal de armas de alto calibre a territorio haitiano, la UNODC señala que “la mayoría de las armas de fuego y municiones nuevas que ingresan a Haití se introducen de contrabando en el país ilegalmente por tierra, aire y, con mayor frecuencia, por mar”, y que dentro de esta dinámica está el ingreso por República Dominicana, con quien Haití comparte la frontera terrestre de la isla.
“Los informes de los medios y las entrevistas con los funcionarios de aduanas haitianos sugieren que las armas pueden transitar primero por puertos clave en Santo Domingo, como Haina, antes de ser enviados a través de los cruces fronterizos hacia Haití, incluso desde Jimaní, Comendador y Elías Piña”, se detalla y agrega que “sólo los funcionarios en el puerto de Haina supuestamente incautaron más de 112,000 “unidades de armas de fuego y municiones” en los primeros seis meses de 2022, la mayoría de ellas provenientes de EE.UU.”.
Este tráfico terrestre, explican, suele hacerse ocultando las armas “con productos alimenticios como frijoles, harina y arroz”. “Se han incautado armas de fuego y municiones en los cruces fronterizos, incluidos Pedernales y Dajabón en República Dominicana y Belladère, Malpasse y Codevi; y la zona libre de impuestos en Ouanaminthe en Haití”.
“El alcance del tráfico transfronterizo parece estar relacionado con el alcance de la presencia policial y aduanera, así como por el control de pandillas. Por ejemplo, Malpasse registró recientemente una disminución en el volumen de transacciones transfronterizas debido a la actividad de pandillas, lo que resultó en un aumento de bienes ilícitos desviados a través de Belladère”, apunta el informe de la agencia de las Naciones Unidas.