BOGOTÁ.- Cuando nace un bebé algunas comunidades afrodescendientes de Colombia suelen enterrar el ombligo en la raíz de un árbol como símbolo de la conexión con la tierra y la naturaleza.
Francia Márquez, quien tiene “sembrado” su ombligo en su natal Cauca, al suroeste del país, mostró desde joven un fuerte ímpetu por defender su territorio que la llevó del activismo ambiental a la política y a hacer historia como la primera afrodescendiente en ocupar la vicepresidencia de Colombia.
Al asumir el cargo no sólo juró por Dios, como es costumbre, sino también por sus “ancestras y ancestros”, según publica la agencia de noticias AP.
Su llegada al poder junto a Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en la historia del país, significó un triunfo para la comunidad afro que reclama el fin de la exclusión social y el racismo pese a que hace 171 años se abolió la esclavitud en el país.