KIEV.- El veto total de la Unión Europa a las importaciones rusas de carbón entraba hoy en vigencia, mientras el servicio británico de inteligencia de defensa señalaba que las sanciones occidentales estaban teniendo un efecto creciente, incluso en las exportaciones rusas de defensa.
Gran Bretaña dijo que Moscú ya tenía complicaciones porque necesitaba producir vehículos blindados de combate para sus tropas en Ucrania, y por lo tanto “es muy improbable que pueda completar algunos pedidos de exportación” en un sector que durante muchos años ha sido una fuente de orgullo, según publica la agencia de noticias AP.
El reporte británico de inteligencia destacó los “efectos crecientes de las sanciones occidentales”, en línea con la impresión occidental de que las medidas que se han ido imponiendo al Kremlin desde que comenzó la invasión en Ucrania el 24 de febrero tienen un creciente impacto sobre la economía rusa.
Debido a la guerra y a las sanciones, señaló el informe, “su capacidad industrial militar está ahora bajo una presión significativa, y la credibilidad de muchos de sus sistemas armamentísticos se ha visto socavada por su asociación con los pobres resultados de las fuerzas rusas”.