KIEV.- Casi 1,000 soldados ucranianos en una enorme planta siderúrgica de Mariúpol se han rendido, según dijo Rusia el miércoles, y abandonaron su enconada defensa de un lugar que se convirtió en símbolo de la resistencia de su país cuando la batalla por la estratégica ciudad portuaria parecía decidida.

Ucrania ordenó a los combatientes que salvaran sus vidas y dijo que su misión de retrasar a las fuerzas rusas se había completado, aunque no ha descrito la columna de soldados que salieron de la planta como una rendición. A los combatientes les espera un futuro incierto. Ucrania dice que aspira a un intercambio de prisioneros, pero Rusia prometió intentar juzgar al menos a algunos de ellos por crímenes de guerra, según la agencia de noticias AP.

No está claro cuántos combatientes siguen dentro de la acería, el último reducto de Ucrania en una ciudad reducida a escombros en su mayor parte. Los dos bandos tratan de armar su narrativa y obtener victorias propagandísticas de la que fue una de las batallas más importantes de la guerra.