Han pasado 36 años desde que Top Gun debutó en los cines de 1986, este filme del desaparecido a destiempo Tony Scott, y protagonizado por un creciente Tom Cruise, además de contar con un elenco fascinante en los que se encontraba un joven Val Kilmer, fue una de las promesas de ese año convirtiéndose de una vez en una película de culto.
Estos años han ido pasando factura a sus protagonistas, quienes han venido desapareciendo de las pantallas con excepción de Tom Cruise, quien al parecer tiene el tiempo detenido y quien vio despegar su carrera con este film.
Tom Cruise un experimentado conocedor del mundo del cine sabe lo que los espectadores quieren en una película y siempre se los da, esa es una de las claves de su éxito. En esta entrega nos da la historia de un hombre incorruptible, rebelde ante sus superiores, con honor y seductor a la vez, que tiene que lidiar día a día con sus tormentas, además de esa chispa de gracia que lo ha caracterizado siempre y para mí es un don con el que se nace.
Tom Cruise no escatimó esfuerzo en la realización de esta película, rodó sus propias escenas de acción, como ya nos ha ido acostumbrando, al puro estilo Jackie Chan, dejando de lado los dobles de acción y mostrando que en este tiempo de CGI se pueden hacer grandes películas sin la necesidad de tantos efectos por ordenador, además de que las escenas dentro de los aviones fueron rodadas en realidad dentro de la cabina de estos aparatos que dominan el cielo, dando la sensación de que estamos realmente frente a un avión de combate.
Su director, Joseph Kosinski, hace un trabajo magistral junto a Tom Cruise. Kosinski rinde homenaje a la película original y crea a la vez su propio filme, en el que no da tiempo ni a respirar en los asientos del cine, además de usar algunas escenas de la película anterior de una manera muy acertada, gracias a que esta película nunca llegó a las plataformas de Streaming, porque la verdad es que está hecha exclusivamente para ser vista en una sala de cine. Su realizador se inspira en otras películas para generar ese furor ardiente de las escenas en el aire, películas que fueron y serán icónicas, convirtiendo a los aviones, no en objetos para un fin determinado de la película, sino en personajes con vida propia, además de transmitir el estrés que sienten los pilotos a la hora de entrar en combate.
El elenco está plegado de una constelación de estrellas encabezadas por Tom Cruise que, aunque es el punto fuerte de la película, se hace acompañar de Val Kilmer quien, a pesar de sufrir de cáncer de garganta, en esta película lo agregaron de una manera maravillosamente hábil, además de darle un alto toque de nostalgia a la película. Junto a Val a esta entrega se agrega Jennifer Connelly, quien hizo un trabajo tan maravilloso que la ausencia de Charlie (Kelly McGillis) pasará desapercibida, Ed Harris, Milles Tiller, Mónica Bárbaro, Glen Powell y John Hamm forman el elenco que realizó esta maravillosa película.
En resumidas cuentas, esta es una película hecha de y para Tom Cruise, un hombre con un gran talento y que sabe lo que la gente quiere a la hora de sentarse en una sala de cine, donde hay entretenimiento al más alto nivel. Una película llena de adrenalina y con las escenas de vuelo que pocas películas han logrado y que otras no van a superar, además, lo genial que se ve Tom Cruise volando y haciendo sus propias escenas de riesgo sin permitir CGI en las principales escenas de la película.
Top Gun Maverick es una película hecha para la pantalla grande y queda demostrado con sus 132 minutos de pura acción y nostalgia.