Finalmente fueron seleccionados los miembros de la Cámara de Cuentas. Uf! No sé quiénes son. Jamás había escuchado mencionar sus nombres. Ahora me entero de su existencia, de sus cualidades para ocupar tan importantes posiciones en una institución tan relevante para el sistema político.
He preguntado por sus calidades éticas y morales. Me dicen que se trata de personas bien capacitadas y con méritos profesionales y morales. Me alegro. El presidente, Janel Andrés Ramírez Sánchez, un joven de apenas 40 años de edad, tiene altas calificaciones para el cargo, al igual que los demás integrantes. ¡Qué bien!
Las feministas deben estar muy contentas, tres mujeres y dos hombres ¡Equidad de género! Según me comentan, no tienen militancia partidaria. La verdad, no sé si eso es bueno o malo. Últimamente estamos vendiendo la idea de que ser militante de un partido político es pecaminoso, casi un crimen. Y no es verdad, al contrario, ser miembro, militante o dirigente de un partido es un compromiso con una idea, con una causa, con un pueblo.
Me gustan los que asumen una causa, los que se juegan el pellejo defendiendo lo que creen, sean miembros de un partido o no. El comportamiento de una persona que defiende de sus valores y principios, no de su adhesión a una organización política.
El que es honesto lo será donde quiera que se encuentre, igual el sinvergüenza. Pero bien, vayamos al grano. Espero que los nuevos integrantes de la Cámara de Cuentas jueguen su papel fiscalizador sin complacencia de ninguna naturaleza, que cumplan estrictamente con los mandatos de la ley, que fiscalicen de verdad, que cuenten lo que haya que contar, que no protejan delincuentes.
Quiero una Cámara de Cuentas que cuente, no que haga cuentos, que de cuentos chinos estamos cansados.
Confío en que los señores y las señoras que hoy son los integrantes de la Cámara de Cuentas llenan las expectativas, que les digan al país lo bueno y lo malo de lo que encontrarán, que no apañen, que no oculten nada, que la honestidad sea el norte, que haya transparencia, que auditen y le digan al país la verdad, siempre la verdad, que no protejan funcionarios delincuentes, que actúen con responsabilidad, sin miedo ni temor, que no haya vacas sagradas, que caiga el que tenga que caer no importa del partido al que pertenezca. Hay que combatir la corrupción a todos los niveles.
Espero, por igual, que la actuación de los antiguos miembros de la Cámara de Cuentas se aclare. Quiero saber si es verdad que ocultaban información, si arreglaban auditorias para proteger a determinados ladrones del gobierno pasado.
Lo quiero saber todo. Si hay motivos para someterlos a la justicia y llevarlos a la cárcel, que se haga. Es hora de la verdad. Janel Andrés Ramírez, Elisa Catano, Tomasina Tolentino, Mario Fernández Burgos y Elsa María Peña, tienen una gran responsabilidad ante el pueblo.
Espero, sinceramente, que tengan éxitos en sus funciones, que actúen como cuerpo en beneficio propio y del Estado, apegados siempre a las leyes.
El pueblo tiene derecho a saberlo todo. Nada de mentiras y engaños, el que la hizo que la pague. En fin, queremos una Cámara de Cuentas, no de cuentos.