Efe Ajagba ganó por la vía rápida con un potente golpe sobre el rostro de Brian Howard. El africano aspira a ser un serio candidato a luchar por el cinturón de los pesados a futuro.
El nombre del boxeador nigeriano Efe Ajagba volvió a ocupar las primeras planas de los medios especializados después de la gran performance que llevó a cabo en el Osage Casino de la ciudad de Tulsa, Oklahoma (Estados Unidos) en la categoría de los pesos pesados.
El oriundo de Ughelli, ciudad que se ubica a 500 kilómetros de la capital del país africano, destrozó a su rival Brian Howard en el tercer round con un recto de derecha que sentenció el combate. Una definición que señalan como seria candidata al mejor KO del año.
El combate comenzó muy parejo, con Ajagba estudiando cada movimiento del experimentado luchador estadounidense y trabajando sobre la parte inferior de su cuerpo. Un plan que ideó durante sus entrenamientos previos y que le sirvió para llevar a cabo el espectacular remate.
Las imágenes están dando la vuelta al mundo, ya que el joven de 26 años se está convirtiendo poco a poco en el nuevo terror de los pesos pesados. Actualmente lleva 15 victorias en la misma cantidad de peleas, de las cuales 12 fueron por la vía rápida.
Sus triunfos suelen tener un patrón en común. Es que el nigeriano generalmente define sus combates aplicando su poderosa derecha en forma de recto, cross o upper. Entre sus principales características destaca su altura (1,98 metros) la cual le permite tener un mayor alcance.
En esta ocasión, Ajagba se plantó frente a Howard a falta de un minuto y medio para que sonara la campana, lo midió primero con un jab de izquierda y cuando su oponente bajó la guardia atacó de lleno con su derecha, llevando a cabo un impecable “uno/dos”. Cabe destacar que para noquear con éste tipo de remate el luchador debe tener mucha potencia en su mano, ya que el golpe tiene menos recorrido que si lo hiciera con un cross (gancho).
Howard, de 40 años, cayó desplomado sobre la lona e inmediatamente el árbitro Tony Crebs decretó el final sin hacer falta un conteo previo.