MIAMI.— En los primeros 100 días de gobierno del presidente estadounidense Joe Biden, la mayoría de los países de Latinoamérica no han aparecido en su agenda.

La atención ha estado focalizada en Centroamérica y México. La migración de miles de personas hacia la frontera estadounidense se ha convertido en una “vulnerabilidad política”, dicen los expertos, y enfrentarla pasa por intentar contenerla en los lugares de origen.

Así, las profundas diferencias con Brasil en cuanto al Amazonas y el cambio climático han quedado en el tintero. Tampoco se ha notado aún ningún acercamiento con Cuba y la atención en Venezuela está puesta en la ayuda humanitaria.

La migración “ha tomado todo el aire de la sala y el esfuerzo es para prevenir que la crisis migratoria de centroamericanos se convierta en un tema político electoral” en los comicios legislativos de 2022, dijo Cynthia Arnson, directora del Programa de Latinoamérica del Wilson Center, un centro de investigaciones con sede en Washington. “Existe la sensación de que el resto del hemisferio está descuidado”.