SANTO DOMINGO.- Recordando a Jesús cuando en sus últimos suspiros de vida desde la cruz dio un Semón de Siete Palabras, este Viernes Santo, un grupo de sacerdotes leyó desde la Catedral Primada de América una liturgia cargada de criticas reflexivas que abarcó los temas del aborto en las tres causales y la lucha contra la corrupción administrativa hasta parodiar la frase del Cristo crucificado, “Padre, perdónales, pero ellos sí saben lo que hacen”.
El padre Pelagio Antonio Taveras tuvo a su cargo la primera palabra. Desde el púlpito, leyó una serie de críticas sobre el papel de los funcionarios, el aborto, la destrucción del medioambiente, el afán por las riquezas, el caos en el transporte, el endeudamiento público, el desempleo, la inseguridad ciudadana, las letras de las canciones.
Y cada momento repetía: “Padre, perdónales, pero ellos sí saben lo que hacen”, repetía el sacerdote.
Por su parte, el padre Joel Villafaña proclamó que la Iglesia católica no puede “abandonar al pueblo” para limitarse solo al templo y a la liturgia, y no opinar.
Sus críticas alcanzaron hasta a los jóvenes que suben contenido a TikTok y a los medios de comunicación.
“Es cierto que la juventud, a quien se le acusa de ser una juventud de cristal, debe demostrar que sabe y que puede hacer algo más que tener un celular y subir videos a TikTok”, dijo Villafaña cuando reflexionaba durante la lectura de la cuarta palabra sobre los jóvenes que estudian, pero no encuentran oportunidades porque se les exige una experiencia que no tienen.
El padre Tomás García, quien leyó la segunda palabra, llamó a los dominicanos a seguir el ejemplo de Jesús, yendo donde el más necesitado y tendiéndoles la mano, para llevar la presencia del “Hijo de Dios”, “misericordioso y rico de amor”.
Pero también cuestionó que la República Dominicana, considerada como “el paraíso del Caribe” y con gente hospitalaria, se haya alejado de estas características por el egoísmo, la desigualdad, la corrupción, el machismo, el tráfico de drogas y otros males.
En la tercera palabra, el sacerdote Lucas Burato criticó al hombre moderno. “Si Dios dice: familia, como una unión entre un solo hombre y una sola mujer; si dice: perdón y reconciliación; si dice: amen los hijos; si dice: complementariedad en la diversidad, comunión o comunidad de personas distintas; el hombre moderno dice, de frente a las dificultades familiares: divorcio, separación o incompatibilidad; dice frente a la natalidad: primero carrera, bienes y luego hijos; dice: género como una construcción mía…”.
Libertad religiosa
La Iglesia católica también incluyó los ataques hacia la fe cristiana.
“Quienes profesamos la fe sentimos hoy la embestida febril de formas insólitas de agresividad, de insultos, maltratos, descalificaciones, latigazos verbales, con el fin de manipular nuestra conciencia para obligarnos a que pensemos como ellos”, dijo el padre Apolinar Castillo al leer la quinta palabra.
“No podemos reaccionar con fanatismos, porque es fruto de un impulso que lleva a destruir a otros, ni formar parte de redes de violencia verbal a través de internet y de los diversos foros o espacios para el intercambio digital”, agregó.
Las últimas palabras
El padre Victoriano de la Cruz habló sobre la campaña a favor de las tres causales por las que no se debería penalizar el aborto por ley.
“Si no existieran mujeres dispuestas a abortar, no estaríamos discutiendo en este momento sobre la bondad o la maldad de las tres causales”, dijo.
Y, cuando se acercaban las 3 de la tarde, el padre Arcenio Ferreira Rosario culminó leyendo la séptima palabra, en la que hizo una denuncia relativa a los medios de comunicación.
“Desde hace varios años en la República Dominicana se ha estado desarrollando un ejercicio inmoral, antiético y sumamente dañino para la sociedad a través de algunos medios de comunicación, con un mismo sector o grupo de ‘comunicadores o periodistas’; un chantaje y extorsión mediática”, dijo.
Aseguró que la práctica “consiste en ubicar a funcionarios públicos, empresarios y personas, investigar los negocios que puedan estar desarrollando y generarles informaciones, en su mayoría falsas o tergiversadas, para poder llamar la atención, y luego enviarles un emisario a solicitar una alta suma de dinero para dejar de seguir atacándolos”.
“Este grupo no es grande, pero cuando envisten contra una víctima, todos le caen juntos, buscando maximizar el daño que quieren causar. Pero resulta que luego aparece ante la persona afectada alguien que le ofrece una solución, ayudarlos a callar a esos medios pero que necesitan ofrecerles algo de dinero (esto según la cantidad de la cartera a la que atacan)”, señaló.
“El próximo lunes 5 de abril es el Día Nacional del Periodista en República Dominicana, y este tipo de situaciones intentan empañar el verdadero espíritu de esta profesión tan importante para la democracia de un país, que es comunicar la verdad de la información ofrecida”, apuntó.