SANTO DOMINGO.- A pocas semanas de las autoridades dominicanas aplicar las medidas de control para la seguridad ciudadana, el mercado de compra y venta de armas de fuego se tambalea y se escuchan los gritos por todos lados de quienes se beneficiaban del negocio de la violencia, a quienes se les cayeron los altares que tenía a lo interno del Ministerio de Interior y Policía.
Informes recientes indican que al menos 23 de las 45 empresas pertenecientes a la Asociación Dominicana de Importadores y Vendedores de Armas de Fuego (Adivaf) han dejado de operar por la prohibición de la importación de estos instrumentos, desde el año 2006.
El mismo presidente de la asociación, Edrys Peralta, reveló que desde que se dejó de importar formalmente para el comercio civil, en el año 2006, “las armas de fuego y todos los artículos que van para ellas, incluyendo las municiones, han triplicado y cuadriplicado sus costos’’.
Puso como ejemplo que “una escopeta que se vendía en 30 mil o 35 mil pesos, hoy está en 150 mil pesos. Una pistola Glock anda por los 400 mil pesos, cuando en realidad su precio hoy debiera ser 75 mil pesos’’.
Peralta pidió a Interior y Policía incluir a la asociación en cualquier conversatorio, para poder aportar las ideas requeridas, o que sus miembros entiendan puedan aportar a un mejor proceso en cuanto a los temas de seguridad que maneja ese ministerio.
“A raíz de los años que tenemos sin poder importar armas de fuego, basado en un decreto emitido por las administraciones pasadas, el comercio per se está completamente en capa caída, de las 45 empresas que somos miembros de esta asociación, realmente más del cincuenta por ciento se encuentra fuera de operación”, dijo Peralta.