Italia quiere que las farmacias se sumen a la campaña de vacunación contra el coronavirus para acelerarla y, para tal fin, prepara una norma, adelantó hoy la ministra de Asuntos Regionales, Mariastella Gelmini.
La idea es que se empiece a inyectar en las boticas cuando antes, previa realización de un curso, gracias a la ayuda de farmacéuticos y la supervisión de un médico.
«Debemos multiplicar los puntos de vacunación. Por ello, implicar a los farmacéuticos representaría un paso fundamental. El Gobierno trabaja ya para introducir novedades importantes en el decreto de ayudas», escribió en Twitter la ministra.
El Gobierno del tecnócrata Mario Draghi, que asumió el cargo el 13 de febrero con la prioridad de acelerar la vacunación, aprobará previsiblemente mañana un decreto con ayudas por 32.000 millones de euros y podría incluir la disposición sobre las farmacias.
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, había avanzado recientemente que estaba negociando con el Colegio de Farmacéuticos.
La primera región que empezará a vacunar en las farmacias será Liguria (norte) a partir del 29 de marzo, anunció su gobernador, Giovanni Toti.
El plan prevé que se habiliten puntos de inyección en cincuenta farmacias para que los médicos puedan inocular entre 2.500 y 3.500 dosis semanales, añadió.
Italia, actualmente con la mayoría de sus habitantes confinados por la tercera oleada del virus, ha inmunizado a 2.225.652 personas con las dos dosis del compuesto de Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca (este último suspendido hasta el veredicto de la Agencia Europea del Medicamento).
Pero el número de dosis inoculadas hasta la fecha asciende a las 7.204.358, sobre todo entre personas sanitario, fuerzas del orden, profesores y mayores de 80 años.
El equipo designado por el Gobierno para gestionar la emergencia, encabezado por el militar general Francesco Paolo Figliuolo, busca personal para acelerar la campaña una vez lleguen en las próximas semanas millones de nuevas dosis, sobre todo la monodosis de Johnson & Johnson.
Por esa razón, el pasado 6 de marzo se anunció el reclutamiento de los médicos residentes, de forma voluntaria y pagada (40 euros brutos la hora), y se planteó la posibilidad de sumar también a los dentistas.
Desde que se desatara la pandemia en Italia, a mediados de febrero de 2020, han perdido la vida 103.432 personas y se han contagiado un total de 3.281.810.